Los tipos más incidentes en mujeres son: cáncer de piel no melanoma, es decir, el cáncer que aparece por abuso del sol…(más o menos 55.000 nuevos casos al año), pero no es un cáncer que mata a las mujeres; el segundo en incidencia, pero que más mata las mujeres es el cáncer de mama (49.000 nuevos casos) seguido de otros como el cáncer del cuello uterino, cáncer de pulmón y cáncer de intestino.
El auto-examen debe iniciarse una vez la mes a partir de los 20 años, siempre después de por lo menos una semana de la menstruación; de pie o acostada y tiene el objetivo de que la mujer se conozca. Que sepa cómo son sus pezones, cuál la textura habitual de sus mamas, y si tiene o no alguna cosa que no esté normal.
Cuánto más temprano el diagnóstico, mayores las chances de curarse
Era muy difícil observar en los cuadros de cirugías (que es donde se identifican las pacientes por las sus iniciales y edad) menores de 40 años, pero actualmente esa información aparece cada vez más en los cuadros quirúrgicos. No solamente allí, pero los trabajos han observado la misma ocurrencia. Se han elaborado frecuentes estudios en el intento de identificar las causas de ese problema, pero así como en el cáncer de mama, quizás la respuesta sea multifactorial.
Los exámenes están más precisos, las pacientes más informadas y buscando consultarse más temprano; y los hábitos de vida de la mujer moderna han pesado cada vez más los riesgos, en la balanza de riesgos x prevención. Primera menstruación más temprano, primer embarazo más tarde (después de la graduación, el noviazgo, el matrimonio, la compra de la casa, etc.) amamantar poco o ni siquiera amamantar (no hay tiempo, porque se la mujer no vuelve pronto a su trabajo será todavía más difícil demostrar a todos que la mujer puede ser madre y profesional al mismo tiempo…)
Estas cosas van cambiando las prioridades de la vida y pueden sí ser responsables por el aumento de los números.
Caso aislado, seguramente, pero merece ser mostrado para que los padres y madres perciban las modificaciones en el cuerpo de sus hijas e hijos. Tengo dos hijos pequeños, y aunque tomen su baño en la escuela, los baño nuevamente en la casa para poder observarlos por entero.
No. Como rastreo se ha observado que la mamografía tiene su papel a partir de los 40 años, hasta porque cuando es realizada en mujeres muy jóvenes puede haber alguna dificultad técnica para que sea de utilidad. Mamas jóvenes son muy densas, aparecen como un borrón blanco en la imagen y pueden no ayudar. Creo que llegaremos a un punto en que los cambios de hábitos podrá ayudar a punto de tener una estabilización de esas edades en que aparece el cáncer, pues los factores de riesgo más comunes son: ser mujer y envejecer todos los días (las mujeres tienen 100 veces más cáncer que los hombres y el cáncer puede ocurrir por una falla en la división de las células que están envejeciendo), pero si se pudiera tener solamente estos dos factores de riesgo como los preponderantes, sin que nuestros hábitos se vuelvan “en contra” de nosotras, estos números pueden modificarse.
Todas las mujeres, después de recibir el diagnóstico de cáncer presentan necesidades similares, independiente de la edad, pero las que tienen cáncer en edad más temprana, tienen sumado al miedo del cáncer todo el futuro que recién empieza. Muchas acaban de casarse, en pensar a tener hijos, acaban de graduarse y empezar su profesión y son tomadas de sorpresa por una enfermedad que todavía se ve con señal de muerte. El rol de la profesional junto a esas mujeres es todavía más importante, pues además de tratar el cáncer, no podemos dejar que pierdan la esperanza de toda una vida que está empezando. Es este uno de los más grandes desafíos y yo personalmente tengo todo el cuidado de dar a esa joven mujer todas las opciones de curación de la enfermedad y del alma que tenemos a nuestra disposición.