En el momento del diagnóstico parece que el consultorio se transforma en un gran pozo frío y profundo. Después del diagnóstico positivo ser confirmado, la mujer es tomada por innúmeras dudas, miedos y emociones. Convivir con la enfermedad no es tarea fácil, pero es muy importante no desanimar y mantener en alto la esperanza. A pesar del grande estigma que la palabra CÁNCER carga con ella, son cada vez más grandes las chances de curación y los estudios indican que gran parte de esos buenos resultados depende del equilibrio emocional y la actitud positiva de la paciente.
Dar soporte, orientar y fortalecer la actitud positiva frente al tratamiento es deber de todos los que participan de este. Médicos, psicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, oncólogos, enfermeras, todos tendrán un rol fundamental para que se juegue una soga para que la paciente pueda salir de ese pozo profundo y solitario. El cáncer no debe ser el responsable por sacar la felicidad de alguien. Momentos de dolor y sufrimiento todo pueden tener en la vida, pero el apoyo y la autoconfianza son los pilares para que los sufrimientos se transformen en algo más suave y transponible.
La familia, los amigos y amigas, el intercambio de buenas experiencias ayudan en esa etapa. Participar de Grupos de Apoyo, informar-se adecuadamente, son situaciones claves para el éxito del tratamiento.
Una reacción normal a un problema grave de salud es entregarse a la tristeza y la depresión. Es preciso estar atenta a los primeros señales de que estás deprimida para tratar pronto el problema y no dejar que perturbe la postura optimista durante el tratamiento. Síntomas de alerta: Falta de esperanza y pensar que no hay sentido en la vida, desánimo para realizar actividades que antes daban placer, desinterés en quedarse con familia y amigos, pérdida del apetito, constante ganas de llorar, problemas de sueño (poco o excesivo), entre otros. Estos problemas deben ser rápidamente contados a su médica o médico que prescribirá la medicación indicada para tratar la depresión, además de sugerir la participación en grupos de apoyo para intercambiar experiencias con otras personas que tienen cáncer.