La pérdida de la mama para la mujer representa la pérdida del órgano más relacionado a la auto-estima, representa la pérdida de la posibilidad de ejercer el rol de madre, pues ya no puede amamantar; y como se trata de un órgano expuesto y muy relacionado en nuestra cultura como el centro de la atención de hombres y mujeres como señal de femineidad, seguramente está relacionado a pérdidas emocionales, muchas veces de difícil recuperación. Por ese motivo, siempre que posible hay que indicar la cirugía reparadora para intentar minimizar las pérdidas de las mujeres después del diagnóstico.
Las reaccione en la mayor parte de las veces es de negación (no es conmigo, el examen debe estar equivocado), de desesperación, llanto intenso, o de terror, por el miedo a la muerte y de todas las preguntas sin respuesta que la palabra cáncer genera en las personas.
Seguramente para quien recibe el diagnóstico ese es el peor día de su vida, pero con el pasar del tiempo las dudas son respondidas, hay el tratamiento y la vida sigue su rumbo. Conocer otras mujeres que ya pasaron por las mismas experiencias y lograron “renacer de las cenizas” superando todos los obstáculos y miedos, seguramente es una excelente forma de recuperar la esperanza de que un día todo volverá a ser “normal”.
Mantenga la auto-estima en alta, cuidándose, invirtiendo en ella durante todos le tratamiento.
Busque estar cerca de las personas que la aman y que tenga buenas cosas a decirte (aléjese de quienes solamente tienen casos malos para dar como ejemplo o que se apene de ti).
No pierda la esperanza de que al final todo se resuelva. Entienda que el tratamiento y su médica o médico son aliados, aunque a veces estés cansada de todo y de todos. Intente comprender su tratamiento, sus efectos colaterales y las formas de minimizarlos. Eso ayudará en la superación de las dificultades.
Participe de grupos de apoyo para que sienta que no estás sola. Conozca la enfermedad y no tenga dudas sobre su tratamiento en momento alguno, pues comprendiendo lo que te está ocurriendo todo se vuelve más fácil.
Amor, paciencia, firmeza, compañerismo y muchas veces un regazo son lo que las mujeres precisan de aquellas que la aman.
Cada mujer descubre por si misma cómo seguir adelante, no hay una receta única a seguir.
Es papel de todos que están en contacto con esa mujer mantener su estado emocional y calidad de vida, o hasta mejorarlos. Las mujeres necesitan oír y ser estimuladas a estar atentas a asuntos que aborden la calidad de vida y no la enfermedad.
Es importante que entren en contacto con otras mujeres que ya hayan pasado por situaciones similares y hayan superado las dificultades. Eso la ayuda a superarlas también.